“Soy muy exigente y me marcho muy contenta por el trato y las prestaciones recibidas en Ca’n Granada”

Apenas lleva mes y medio residiendo en Ca’n Granada y Julia García se siente como en su casa. “Quién me lo iba a decir, yo que un principio era reacia a venir aquí”, señala al poco de saludarnos. Todo empezó con un problema de rodilla que requería una intervención. “Mis hijos viven en Mallorca desde hace muchos años, mientras que yo lo hago en Madrid. Teníamos que buscar una solución para mi intervención y la mejor opción era desplazarme a la isla para recuperarme cerca de ellos”, puntualiza esta residente temporal de Ca’n Granada que tiene previsto regresar a su casa de la capital de España a principios de noviembre.

“Mi hijo conoce a la gerente del complejo, María Tur, y al consultarle sobre mi caso le explicó que Ca’n Granada tiene a disposición de enfermos convalecientes y familiares una serie de apartamentos independientes con multitud de servicios, algo que encajaba a la perfección con lo que yo necesitaba”, afirma Julia con una expresión de cierto alivio por haber encontrado la opción de alojamiento especial que precisaba. “Tengo que decir una cosa –añade-, antes de venir no me apetecía demasiado, la verdad, pero desde que entré por la puerta me he sentido magníficamente acogida y tratada. Me encuentro muy a gusto y tanto el apartamento como todos los servicios me han complacido muchísimo. Es la verdad”, reconoce sin medias tintas.

Prácticamente cada día una ambulancia recoge a Julia García en Ca’n Granada y la acompaña a la clínica en la que fue intervenida, para someterse a las intensas sesiones de fisioterapia que forman parte de su proceso de rehabilitación. “La asistencia es fantástica y estoy consiguiendo recuperarme más rápido de lo que cabría esperar para este tipo de lesiones”, explica.

“Ahora le voy a confesar algo –asegura la residente-: si regreso para las fiestas de Navidad, ya le he comentado a Lucía, la supervisora de Ca’n Granada, que tengo intención de quedarme aquí, al margen, por supuesto, de que pase los días señalados en casa de mis hijos”, añade con una medio sonrisa de satisfacción para concluir la entrevista, no sin antes dejar claro, una vez más, su parecer sobre el complejo. “Soy una persona honesta y, tras mi experiencia, puedo asegurar que recomendaría Ca’n Granada a cualquiera, por muy exigente que fuera. Las personas que trabajan aquí son encantadoras y el servicio y las instalaciones son magníficos”, concluye Julia García.