Tres residentes relatan cómo pasan 24 horas en este complejo residencial para personas mayores único en Mallorca
Es sábado y Cati mantiene sus rutinas al despertarse. Tras disfrutar de una ducha revitalizante, se prepara en la cocina de su apartamento un desayuno a base de tostadas con mermelada casera, café y zumo natural hecho con naranjas de Sóller. Desde su terraza las vistas a las montañas de la Serra de Tramuntana son magníficas y nada mejor para apreciarlas que saboreando buenos alimentos.
Antonio y Juana, al contrario que su vecina, se levantan un poco más tarde, a fin de cuentas es fin de semana y les gusta cambiar los hábitos que llevan a cabo entre semana. A este matrimonio le encanta bajar a desayunar al comedor central y disfrutar de la compañía de otros residentes, así como de los placeres dulces y salados del bufet, sabiendo que la edad no perdona y que la moderación, acompañada de fruta y cereales de temporada, es una virtud necesaria. Antonio, que hoy tiene hora para jugar su habitual partido de tenis de los sábados, sube a la habitación a preparar la bolsa de deporte antes de coger el coche para desplazarse hasta el club de tenis. Juana, por su parte, ha quedado con otros vecinos de Ca’n Granada para participar en la clase de pilates que tendrá lugar a media mañana en sus instalaciones.
Cati, coqueta y a la que le gusta cuidar su aspecto, se arregla y sale de su apartamento en dirección a la recepción de Ca’n Granada donde charla con sus amigas y organizan la mañana. Hoy cogerán un autobús hasta el centro de Palma y se acercarán al Mercat de l’Olivar a comprar productos frescos para completar las despensas de sus apartamentos. A su regreso, después de comer el menú del día en Ca’n Granada y retirarse a descansar, Cati recibirá la visita de sus familiares como suele ocurrir cada sábado por la tarde, a pesar de que durante la semana ya tuvo el placer de ir a comer a casa de su hija para celebrar su cumpleaños, junto a sus nietos.
Llegada la noche, y tras haber coincidido todos los residentes cenando en el comedor principal, los hombres, entre los que se encuentra Antonio, deciden juntarse frente a uno de los televisores de Ca’n Granada para presenciar los partidos del Mundial de Rusia 2018 previstos para esa jornada, en la que se decidirá qué selecciones fútbol pasan a la ronda de cuartos de final. Por su parte, Cati, Juana y un amplio grupo de mujeres charlan en uno de sus salones mientras algunas, las que aún no se han marchado a dormir a sus respectivos apartamentos, aprovechan para disfrutar de una sesión de baile en línea antes de finalizar la jornada.
Así es la vida en el complejo residencial Ca’n Granada, compuesto por 51 apartamentos, en el que cada vecino tiene a su disposición un amplio conjunto de servicios, espacios y actividades a la carta (servicio de control médico y enfermería, comedor y room-service, actividades dirigidas -canto, baile, pilates, ejercicio físico, entrenamiento de memoria…-, limpieza profesional diaria de la vivienda, etc.), para que pueda escoger aquel estilo de vida que encaje a la perfección con sus inquietudes y necesidades.